miércoles, 19 de diciembre de 2012

Los inviernos que no se incendian deberían suprimirse de los años contados. En su caso, todos fueron gélidos, blancos y escarchados, así que al final de su vida sólo existió la primavera.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Siete días

Sumergirse en aguas silenciosas con más luces que sombras, intentando alcanzar el vacío que se vuelca por las burbujas que se forman al expulsar el aire sólido. Nadar y no sentir la frialdad líquida, sino una calidez brumosa que va notificando a las extremidades que todo alrededor se espesa y adquiere tonalidades neutras. El instinto lleva a agarrar el equivalente al clavo (que no arde) de este lado negativo de la superficie, y al aferrarse a él, ser consciente de que la mano sujeta el agua sólida y oscura que atrapa al desconcertado buzo, segundos antes de pestañear en morse una súplica que hace eco.

lunes, 10 de diciembre de 2012


Esa mañana, se levantó en su fotografía. No podía darle la vuelta para evitarla, pues era consciente de que el marco era él mismo. Tomó sus pastillas para el dolor matutino – tengo que comprar otra marca – pensó, - la indiferencia que prometen no aparece por ningún lado -.  Se dirigió a la cocina y cogió la lista de la compra que estaba pegada con un imán de promoción.

Tijeras 
Pegamento
Pastillas de indiferencia
Cuerda
Chocolate

Junto a “pastillas de indiferencia” escribió “otra marca” para acordarse cuando llegase a la farmacia.

Se vistió de manera automática con la ropa que eligió la noche anterior, cogió la cartera y salió a la calle. La mañana era espléndida, de las que a él le gustaban: azules y amarillas, de esas que repelen los cuerpos artificiales que estamos obligados a llevar seis meses al año. Pero a pesar del regalo que la meteorología le hacía, sentía que el día no hacía juego con él.

Malditas pastillas.

Se dirigió a la tienda de barrio más cercana. Nunca le gustaron las tiendas de barrio, le resultaban demasiado íntimas e incompatibles con la timidez, por eso, se apresuró a coger todo lo que necesitaba evitando preguntar al dependiente, que observaba con atención sus movimientos, pues no había nadie más allí dentro y no fuera a ser que en un descuido uno de sus productos resbalara y evitara el suelo cayendo en uno de sus bolsillos.
Cuando al fin salió de la tienda notó cómo descendían sus niveles de ansiedad. El suspiro de alivio que lanzó hizo las veces de pistoletazo de salida y sus pies comenzaron a moverse en dirección a la farmacia. Era consciente de que junto a su portal había una, pero decidió entrar en la que hacía esquina tres calles más allá, ya que siempre prefirió los caminos enrevesados a los directos.  - Así me va, convertido en pastillero para adormecer latidos que me gritan lo que ya sé y no quiero oír -, pensó.


-       Pastillas de indiferencia, por favor.
-       ¿Qué marca?
-       ¿Cuáles tiene?
-       Nos quedan “Lamarcadesiempre” y “Otramarca”
-       Déme “Otramarca”


Con la caja de pastillas convenientemente envuelta por el farmacéutico para preservar la intimidad de lo que cada uno hace con su cuerpo, subió a su casa, y al entrar, pensó que la luz que se colaba en ella llenaba sus rincones de la misma manera que la frustración tapaba los suyos. Envidió cada habitación del piso, por poder vaciarse y llenarse, y en ese momento decidió comenzar con el plan.

Sacó las tijeras y agarró con la mano el nacimiento de la cuerda que crecía a la izquierda de su pecho. El pulso le temblaba, pero consiguió cortarla. Al otro extremo de la cuerda, unas calles más lejos, notó cómo ella caía de espaldas tras el cese de la unión.
Cogió la cuerda nueva y el pegamento y los guardó a buen recaudo, junto a una fotografía en negativo que presentaba una cara desconocida. Abrió el bote de chocolate que estaba en el fondo de la bolsa y observó un texto impreso en la tapa:

Indicado especialmente para soledad crónica y cortes dolorosos de liberación. No se registraron efectos secundarios. Puede causar retención de líquidos al impedir el llanto.

De pronto, empezó a sentir que se desbordaba, que se caía por dentro. La amputación comenzó a sangrar y se asustó. Desenvolvió a toda prisa la caja de pastillas y las echó todas en el bote de chocolate, que comió compulsivamente, pero cuando tocó el fondo con la cuchara, su cabeza dejó de responder y se mareó. Intentó levantarse para coger el teléfono, para llamarla y decirle que aunque las putas pastillas esta vez sí han hecho efecto, no iba a olvidarla, pero sus piernas se habían convertido en unas columnas de papel arrugado, por lo que tropezó con la mesa que presidía el salón y cayó inconsciente sobre su fotografía velada.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Pies

Recostada sobre muelles, espuma y tela, recorro con mi vista ciega los surcos de mi cuerpo. Voy palpando cada pelo, cada lunar, cada vena en relieve, cada célula, cada cicatriz en forma de relato breve. Y llego al antagonista del pensamiento, a la materialización de mi azotea abstracta, a mi apoyo silencioso.

Como un ciego absorto en una novela en braille, toco las zonas hundidas, los resaltos, las curvas, sus huecos. Mis manos son jóvenes, pero sus complementarios opuestos reflejan toda una vida, una enciclopedia de historias y de suelos amantes, y pienso que en realidad los ojos no son el espejo del alma, que si el futuro se lee en las manos, el pasado puede reconocerse más abajo, que todo lo que he caminado formó las arrugas de mis pies. Cada mirada, cada saludo, cada voz, cada caricia subcutánea, cada zumo interpersonal. Y al tocarlo siento las cosquillas de los recuerdos, y un reflejo nervioso sacude el final de mi extremidad...

... y me vuelvo vieja de repente. Las arrugas narradoras de mi pie se alargan como raíces de un árbol centenario y recorren todo mi cuerpo hasta las puntas de mis manos, en las que el futuro se ha hecho grano, que he regalado al cansado caminante que ahora habita en ellas, que no sabe del mañana, pero que graba en relieve cada paso, para tener la certeza de su existencia y no olvidar que su camino supuso el cambio del caudal de las vidas que se cruzaron con su bastón peregrino.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

(...) Leonard Cohen, el poeta, vivía al otro lado del pasillo. Pensé que podía ser bonito que conociera a Edie. Estaba metido en el rollo del incienso y las velas, y leía muchos libros de la librería esotérica de la calle Veintitrés para aprender cómo colocar las velas según el concepto místico de los budistas. Quemaba toneladas de incienso. A los del hotel Chelsea no les hacía mucha gracia. Siempre estaban intentando echarle. Quemaba algo que hacía muchísimo humo y como el vestíbulo se llenaba de humo, tenían que estar llamando continuamente a los bomberos.
Lo llevé a que conociera a Edie. Zoë, la amiga de Edie, se había quedado dormida en el suelo. Se le había pasado el efecto de las anfetas y se había caído sobre un tubo de pegamento que se reventó (...) Edie estaba hablando por teléfono. Tenía un gato con ella. Era hijo del gato de Bob Dylan y su nombre era Smoke. Llevé a Leonard Cohen a ese rollo. Lo que más le interesó fueron las velas que Edie tenía alineadas en la repisa de la chimenea. En cuanto las vio empezó a preocuparse. Me dijo: "No sé si debo decírselo o no, pero esas velas están colocadas de una forma que desprenden un influjo maligno. Fuego y destrucción. No tendría que tontear con estas cosas porque tienen mucha importancia." Era todo muy complejo. Tenía que ser alguien muy metido en el arreglo de velas y en las velas de vudú haitianas para saberlo. Pero cuando Leonard se lo dijo a Edie, ella contestó que era una estupidez y que sólo eran velas. ¿Es irónico, verdad? O sea, su vida estaba llena de advertencias. Muy poco tiempo después, su habitación se incendió y el gato desapareció.


Danny Fields en Edie, biografía de Edie Sedgwick escrita por Jean Stein y George Plimpton.

lunes, 29 de octubre de 2012

Recordar, del latín recordari, que se compone a su vez de re- (de nuevo) y -cordis (corazón).

Recordar significa mucho más que tener presente a alguien en la memoria, significa "volver a pasar por el corazón".



Nadador: que nada.





El nadador que nada una y otra vez por el corazón. 

martes, 23 de octubre de 2012

The Deep Blue Sea y el amor

En la maravillosamente realizada The Deep Blue Sea de Terence Davies, se tratan los temas de la pasión, el amor, y las consecuencias que derivan de confundir, mezclar y llevar al extremo estas dos emociones. En una de las escenas, Hester (Rachel Weisz), se encuentra con la casera de su edificio en las escaleras, y a raíz del intento de suicidio que ha protagonizado Hester esa misma mañana, la casera le recrimina su actitud. Hester lo achaca al amor que siente por su pareja, diciéndole que a veces es difícil juzgar cuando uno se encuentra entre la espada y la pared (between the devil and the deep blue sea).  Su casera, que cuida de su marido enfermo y en cama, le responde con una definición del amor que considero de lo más acertada:

Se dicen muchas gilipolleces sobre el amor. ¿Tienes idea de qué es el amor verdadero? Es limpiarle el culo a alguien y cambiarle las sábanas cuando se mea encima, para que pueda mantener intacta su dignidad y los dos podáis mirar juntos hacia delante.

Y es que el enamoramiento no es más que una variante de la pasión. El amor es otra cosa.

jueves, 11 de octubre de 2012

Blancanieves - Pablo Berger -




Ahora que parece que el audiovisual en España agoniza debido a los recortes de un gobierno que rechaza  y  desprecia la cultura, películas como Blancanieves se hacen necesarias (siempre lo son) para evidenciar la necesidad de invertir en cine español, ya que hay el talento y la cultura cinematográfica suficiente como para realizar productos de calidad como este largometraje.

Pablo Berger demuestra con Blancanieves que ama el cine, y que ha visto mucho, además. La película es una sucesión de homenajes al cine-que-cimentó-el-cine, esto es, las primeras películas mudas, las clásicas y también vanguardias como la corriente soviética. En el altísimo número de planos que hay se adivina a Eisenstein o a Kuleshov, sobre todo en los primeros planos contrapicados de los extras (con gestos y clase social idénticos me atrevería a decir); cuando Berger enfoca en ocasiones a Carmencita, la protagonista, la composición recuerda muchísimo a La pasión de Juana de Arco de Dreyer, especialmente en la escena en la que ella sale al ruedo.
Pero si hay una película de la que Blancanieves bebe, es Freaks, de Ted Browning. Los planos de inicio de la escena en la que Carmencita come por primera vez con los enanos llevan inevitablemente a la escena final de la película de Browning, aquella en la que todos los personajes, alrededor de una mesa, aceptan a Cleopatra al ritmo de "We accept her. One of us". De la misma manera en esta secuencia, los enanos están aceptando a Carmencita como una de ellos. Asimismo, la secuencia final de la película, con la barraca de feria, los "fenómenos" que se exponen al público, las atracciones humillantes... rezuma el clásico de Browning en cada fotograma.

Muchas son las comparaciones que se han hecho con The Artist, comparaciones que me parecen inevitables pero desafortunadas, ya que en lo único en lo que coinciden las dos es en ser mudas en una época en la que el cine mudo es una alternativa experimental. Blancanieves ha tenido la desgracia de ser estrenada un año después, a pesar de que su proceso de escritura y realización es bastante anterior a la película francesa, y por ello suele salir perdiendo injustamente en las comparaciones, ya que la española me parece superior, a pesar, repito, de que no tienen nada que ver. Mientras que The Artist "imita" el cine mudo para contar la historia del final del mismo, Blancanieves es cine mudo puro; la historia de The Artist es una mezcla de Cantando bajo la lluvia y Ha nacido una estrella, en cambio, en Blancanieves se va más allá y le da una vuelta a la historia en la que se inspira, enmarcándola en el folclore más castizo, un marco (el del toreo, el de la España profunda, cateta y de pandereta) que no gusta a todos y cuya imagen proyectada depende de la interpretación del espectador.

Aun así, Blancanieves marca una diferencia y se convierte en una película esencial en la cinematografía española de este siglo, (junto con otros cineastas como Isaki Lacuesta o Jaime Rosales) que sirve de instrumento para demostrar que se puede y que se sabe, y que el cine español necesita los medios económicos y el apoyo moral de los espectadores para poder desarrollarse en líneas de calidad similares, porque es obvio que aquí el cine sabe hacerse bien.


lunes, 1 de octubre de 2012

Historias cortas para gente con prisa

El hombre, sueco o finlandés, no hablaba español. Ésa y no otra debía ser la causa del plato que tenía delante, pensó. Había pedido algo típico, por cambiar, en un intento de inmersión en una cultura opuesta a sus raíces, o más bien en un intento de huida de sus raíces. Pero allí estaba el plato equivocado, mirándole fijamente, reprochándole el sol que estaba absorbiendo, recordándole el frío que dejó y que cada noche le eriza la piel en ese hotel sin aire acondicionado.

El cuadro gastronómico que tenía ante si formaba imágenes que le desconcertaban. La textura del filete se asimilaba a la espalda de una mujer que conoció y deseaba haber desconocido, y precisamente lo que ese filete le inspiraba era lo único que ella le había ofrecido: su espalda.
Las patatas que lo acompañaban incrementaban aún más la identificación que quería evitar a toda costa. Rubias y duras por fuera, causantes de males de corazón si se consumen en exceso. - Maldita equivocación - pensó en el idioma menos parecido al español. - Me he empeñado tanto en olvidar de dónde me fui que olvidé aprender dónde estoy.

El hombre, sueco o finlandés, engulló el plato para no verlo más, sin darse cuenta de que ahora lo tenía en su interior.

sábado, 22 de septiembre de 2012

La definición del oficio de guionista

Una vez hablaban Marco Ferreri y Rafael Azcona sobre el guión. Azcona le preguntó a Ferreri en qué consistía eso de escribir guiones, a lo que el director y guionista italiano le respondió:

Tú escribe de manera que si alguien lee sólo los diálogos no se entere de nada.

Y de esa forma enunció la mejor definición de guión que nadie podría haber hecho.

jueves, 16 de agosto de 2012

El plano: puesta en escena (II)

Una vez aclarado el concepto de realismo en la puesta en escena y expuesto el objetivo de la misma, es necesario analizar las finalidades de cada una de sus partes para poder entender la hipótesis como un todo. En primer lugar, se hablará del decorado cinematográfico. Se entiende como decorado el conjunto de elementos con que se crea un lugar o un ambiente en un escenario, un plató, etc.(1) El decorado ocupa un lugar fundamental en la película: sitúa la historia, los personajes, y define la historia. En numerosas ocasiones, el decorado cobra tal protagonismo que se convierte en un personaje más de la historia, llegando a ser indispensable en ella; queda, por tanto, en un primer plano, como explican los autores de El arte cinematográfico:

Así, los decorados cinematográficos pueden pasar a ocupar el primer plano; no tienen por qué ser simples receptáculos de acontecimientos humanos, sino que pueden entrar a formar parte de la acción narrativa de forma dinámica.(2)

Por ejemplo, en la película Las horas del verano (L'Heure d'été, Olivier Assayas, 2008), los muebles de la casa son un personaje más, y alrededor de ellos gira toda la acción. Son filmados como si fuesen personas, y en ocasiones, parece que hablan sin emitir sonido alguno. Otro ejemplo es la casa de Los Otros (Alejandro Amenábar, 2001), que cobra protagonismo y ayuda de manera definitiva a crear la sensación de miedo en el espectador. El decorado también puede dar pistas sobre la forma de ser de un personaje, por ejemplo, Xanadu, la casa de Kane en Ciudadano Kane (Citizen Kane, Orson Welles, 1941) es un reflejo de la soledad y falta de escrúpulos del protagonista.

En cuanto al vestuario, desempeña funciones concretas en toda la película y su gama de posibilidades es enorme. Su principal función es definir a los personajes (se pueden deducir partes de su personalidad por la forma de vestir) y el momento histórico en que se desarrolla la película, así como su género (vaqueros, sombreros y pistolas en los westerns, por ejemplo). Pero además, da pistas sobre la intención de la historia y sobre lo que sienten los personajes. Volviendo al ejemplo de Maria Antonieta (Marie Antoinette, Sofia Coppola, 2006), las zapatillas Converse que aparecen en unos de los planos de la película no definen el momento histórico, pero sí a la protagonista y el momento vital en el que se encuentra: la adolescencia; la introducción de este elemento en la película resume las intenciones de la directora al contar la historia. Otro ejemplo son las gafas de sol del personaje Guido en Fellini Ocho y Medio (Fellinni Otto e Mezzo, Federico Fellini, 1963), que representan los deseos del protagonista de desaparecer y refugiarse de todo lo que le rodea.


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(1) REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la Lengua Española. Madrid, 22º edición, 2001
(2) BORDWELL, D./THOMPSON, K. El arte cinematográfico. Barcelona, 1º edición, 1993, Ed. Paidós (Pág. 148)



martes, 24 de julio de 2012

El plano: puesta en escena (I)

La puesta en escena tiene su origen en la práctica de la dirección teatral. En el cine, se utiliza este término para expresar el control del director sobre lo que aparece en la imagen fílmica. Debido a su tradición teatral, el público exige realismo en la puesta en escena, pero esta exigencia es equivocada, puesto que no existe ninguna película realista, ya que este concepto depende directamente de las modas. Por ejemplo, una película de ciencia-ficción de los 80 podía parecer muy realista al público de esa década, pero a los espectadores de ahora les parecerá burda en sus efectos especiales y, por lo tanto, poco realista. Lo mimo pasa con el modo de trabajar de los actores: en Lo que el viento se llevó (Gone with the wind, Victor Fleming, 1939) la actuación de, por ejemplo Vivien Leigh puede parecer actualmente exagerada y poco realista, pero en su época fue muy aplaudida.

El cine, a no ser que sea documental, no es nunca realista, puesto que el cine en si mismo es ficción siempre, incluso cuando una película está basada en hechos reales; no se le puede pedir realidad a una ilusión, porque mata su esencia. Por ejemplo, en María Antonieta (Marie Antoinette, Sofia Coppola, 2006), el no realismo ayuda a contar una historia desde el punto de vista de su protagonista, cómo lo ve ella y cómo lo siente; si la directora hubiese querido hacer una puesta en escena más realista, se hubiesen perdido todas las connotaciones, significados y emociones que nos quería transmitir, una parte importante de la historia, la que no se encuentra en el guión, se hubiese perdido. Sin embargo, los cineastas principiantes, cuando construyen e idean un decorado, intentan que sea lo más realista posible, asocian realismo con calidad y buena documentación. Pero hace falta ir más allá, profundizar en la historia y en los personajes para hacer el decorado respecto a ellos; hay que adecuar el escenario, vestuario e iluminación al servicio de la historia, y no al revés, se debe reconocer la huella autoral en la puesta en escena. Esto ocurre incluso en el cine dogma; la regla número uno del decálogo dice así:
El rodaje debe realizarse en exteriores. Accesorios y decorados no pueden ser introducidos (si un accesorio en concreto es necesario para la historia, será preciso elegir uno de los exteriores en los que se encuentre este accesorio) 1
A pesar de la dificultad que impone esta regla, los decorados de las películas que la siguen también están al servicio de la historia; véase Celebración (Festen, Thomas Vinterberg, 1998), en la que la mansión en la que se celebra la reunión describe la posición social de los personajes y su pomposidad, la necesidad de aparentar, que luego se irá descubriendo a lo largo de la película.

De hecho, ninguno de los elementos de la puesta en escena es real: los personajes son actores, el decorado no pertenece al lugar donde está situado, el vestuario se ha hecho especialmente para la película y la iluminación está formada por fuentes de luz que no se ajustan a la realidad, pero que permiten a los cineastas crear composiciones claras para cada plano. Esto refuerza la idea de que la puesta en escena debe estar al servicio de la historia.






1 Página oficial del Movimiento Dogma,  http://www.dogme95.dk/

domingo, 8 de julio de 2012

Cuando los sonidos graves retumban dentro y se te aprieta el lado izquierdo hasta deformarse,  la única vía de escape es la emoción impresa en celuloide a una velocidad de veinticuatro fotogramas por segundo.

lunes, 2 de julio de 2012

Trenes

Los trenes tienen ese aura de época, de artesanal, de analógico. En los trenes hay que hacerlo todo a mano, sobre todo escribir, porque los trenes son crudos, calientes y palpitantes. Están vivos, y sus trayectos se mimetizan durante un tiempo determinado con la vida del pasajero. Establezcamos entonces la analogía tren-vida.

Los paisajes borrosos que acompañan a las vías son de distinta naturaleza, a gusto personal, pero generalmente, ya sean anodinos, sorprendentes o desagradables, están, y se asimilan con naturalidad. Lo que marca la diferencia en los trenes son los sobresaltos y las excepciones.
Una de las incidencias más molestas en un viaje es la parada. Sobre todo la parada en medio de la nada y sin razón aparente. La frustración hace acto de presencia y la única solución es abandonarse a las vistas, que, en contraposición con el pasajero estático, se mueven. El paisaje activo hace las veces de distracción, y tarde o temprano, justo cuando el viajero ha olvidado el inconveniente, el tren se pone en marcha.
Peor que la parada son los túneles. Los túneles son herramientas de desorientación, bloqueo, miedo y autoengaño. El vagón se llena de oscuridad, los oídos se taponan, sólo te ves a ti mismo reflejado en la ventanilla, y el reflejo que aparece no gusta. La única opción que tiene el viajero es encerrarse en ese reflejo que produce rechazo.
Los túneles, a pesar de ser terribles, son temporales. Siempre y cuando la parada inesperada no se produzca dentro de un túnel.

Y esto último es lo que ha ocurrido. Ahora estamos parados en túneles, a la espera de que alguien venga con la fuente de energía necesaria para ponernos en marcha de nuevo y entrecerrar los ojos cuando los primeros síntomas de claridad nos alcancen.

lunes, 25 de junio de 2012

El caos en Cannes 1968


Godard pierde sus gafas. A su lado, Truffaut se resbala y cae. Más atrás, Jean-Pierre Leáud mira la escena.

Foto impagable hecha durante el estreno en Cannes de Peppermint Frappé, de Carlos Saura. El mismo Saura, su actriz, Geraldine Chaplin y el resto de directores y actores que se ven en la foto se agarraron al telón para impedir que se abriera y se proyectara la película, como muestra de apoyo a las protestas del movimiento de mayo del 68 que querían boicotear el festival, (movimiento que casualmente surgió por el despido de Henri Langlois, hasta entonces director de la Cinémathèque, por parte del ministro de cultura del gobierno de De Gaulle, André Malraux. Langlois contó con el apoyo de la mayoría de los protagonistas de esta imagen).



lunes, 18 de junio de 2012

Resulta curiosa la capacidad y la voluntad de transformarse en cuerda. Para ello es necesario, primero, haber experimentado demoliciones internas y posteriores auto-reconstrucciones, o lo que es lo mismo, haber sido portador de mucha agua salada y tener los brazos acostumbrados a sujetarse a otras cuerdas; y segundo,  poseer una base sólida, puesto que se han de soportar diferentes pesos, dependiendo de la mano que se sujete y de la cantidad de agua salada que lleve consigo.
Las funciones de la cuerda son dos: servir de sujeción para evitar la caída de la persona en reconstrucción, y balancearla con el fin de ir vertiendo poco a poco el agua salada que no permite el ascenso y emborrona la visión de la realidad.

Como digo, es curiosa la querencia por ser cuerda. Puede que sea por la sensación de salvar, por pura empatía, por ayudar a alguien a completarse a si mismo y ver el resultado, o simplemente por la curiosidad de ver la cara de quien se sujetaba cuando ha logrado ascender.


Todo este despliegue de ayuda a la reconstrucción sirve también (y sobre todo) a manos desconocidas aunque percibidas muy levemente, y su finalidad es la sonrisa no vista pero sí sentida. Y eso es todo lo que necesita la cuerda.


Podrían hacerse muchas cosas para proponerse como soporte, podría intentarlo hasta yo, pero lo único que sé hacer es escribir, así que aquí estoy, hablando sobre cuerdas para decirte lo que ya sabes de la manera más redundante que he encontrado.

miércoles, 13 de junio de 2012


Ser pianista con las letras.
Magnificar un detalle.
Jugar a ser Dios, a ser madre y a ser destino.
Amar personas que no existen.


Olvidarse de uno mismo.

La adrenalina del folio en blanco.
El aroma de la tinta analógica.
La excavación de un recuerdo, su adaptación.
Los verbos propios,  los nombres comunes.
La sonrisa de la complejidad.
La construcción invisible pero sólida.
Los brincos internos.
La pasión de las horas veloces.
La abstinencia del oficio.



La felicidad. La plenitud. La escritura.

sábado, 9 de junio de 2012

El elemento subjetivo

La felicidad consta de cuatro elementos, a saber: tinta, papel, ojos y el elemento subjetivo.

El elemento subjetivo es diferente según la persona o combinación de personas. Además, este elemento subjetivo puede ser variable, sumarse a otro ajeno o sustituir otro de los elementos establecidos. De esta manera, una espalda puede hacer las veces del receptor de la tinta (papel) e incluso estimular a los ojos con la visión de las letras sobre piel caliente y palpitante.
En otras ocasiones, el elemento subjetivo resulta ser un dedo, recipiente de una tinta invisible que, en una combinación de personas (y de casualidades deseadas pero casi inexistentes) que posean el elemento-dedo y el elemento-espalda puede dar lugar a una felicidad plena, puesto que aúna lo sensorial con lo emocional.
Hay quien tiene la suerte de que su elemento subjetivo coincida con los ojos. Los ojos de estas personas son lectores, escritores y receptores, o lo que es lo mismo, tinta, papel y ojos en un rasgo par. Cuando te miran, te ven, y resulta imposible escapar de sus letras circulares.

Por último hay gente, muy poca, los más afortunados, que no poseen ninguno de estos elementos de los que consta la felicidad. No los tienen, porque lo son. Son tinta, porque marcan; son papel, porque acogen; son ojos, porque iluminan. Estos individuos casi en extinción son, aunque no sean conscientes de ello y malvivan social y psicológicamente, proveedores de felicidad, puesto que son elemento subjetivo en si mismos.

viernes, 1 de junio de 2012

On/Off

On/Off o Realidad vs. Ficción.

Hay una línea casi invisible que separa el on del off. Muchas veces el interruptor está flojo y cambia de estado sin avisar. Confundimos nuestro mundo interior con el mundo que nos muestra una pantalla iluminada (cuyo tamaño varía dependiendo del soporte) y nos encariñamos con lo que creemos que son personas pero que en última instancia son unas letras junto a un avatar manipulado.

El problema viene cuando queremos que el on (en su totalidad o una parte de él) se transforme en off. Lo que resulta de ello es una realidad postiza y a todas luces insatisfactoria, porque no hay que olvidar que en el on somos pequeños dioses con un control absoluto, pero al mutarlo en off los elementos de la ficción se comportan con autonomía, porque ya no vivimos a través de máquinas perfectas, sino que convivimos con personas imperfectas.

A pesar de todo, a mí la ficción me ha parecido siempre más bonita, y aunque naturalizar lo desnaturalizado puede ser peligroso, no puedo evitar llevar un tiempo intentando reunir valor para transformar en off un elemento muy concreto de mi on.

domingo, 27 de mayo de 2012

A Rocío

Existen las personas-luz y las personas iluminadas. Obvia decir que las personas-luz brillan por sí mismas,  mientras que las personas iluminadas necesitan de las primeras para poder ser luminosas, y si no cuentan con una persona-luz cerca de ellas, se apagan y entran en el mundo de los grises.
Yo pertenezco a la categoría de las sombras, y hace unos meses conocí a una persona-luz con un brillo con más vatios de lo normal. Tuve la enorme suerte de que ella me alumbrara,  y pasé de estar apagada a disfrutar de su generosa aura lumínica. Como la unión entre personas iluminadas y personas-luz no se da con frecuencia (ya que estas últimas son escasas y valiosas), a veces no manejaba tanta claridad y llegaba a abusar de su brillo, pero la generosidad es una característica inherente de este tipo de personas, y en ningún momento hubo amenaza de apagón.

Ahora la persona más luminosa que he conocido se marcha a seguir alumbrado a más gente, y a compartir su luz con los que, como yo, no tenemos la suerte de brillar por nosotros mismos.

Y mientras ella contagia su don en una isla muy al norte, yo espero a oscuras a que llegue septiembre para volver a encenderme.

sábado, 26 de mayo de 2012

- ¿Nos vemos mañana?... Nos vemos mañana y pasado mañana
- Y el día después. Y también el otro.
- Y el de después.
- Y esta noche.
- A las ocho, donde siempre.





L'Eclisse, Michelangelo Antonioni

miércoles, 2 de mayo de 2012

lunes, 23 de abril de 2012

Me urges.

Así que estés donde estés,
seas quien seas,
acelera el paso,
desafía tu tiempo interno
y ven.


jueves, 19 de abril de 2012

REC 3: Génesis



Título original: REC 3: Génesis
Dirección: Paco Plaza
Guión: Paco Plaza, Luis Berdejo
País: España
Año: 2012
Duración: 80 minutos
Reparto: Leticia Dolera. Diego Martín, Mireia Ros, Ismael Martínez, Borja González Santaolalla, Emilio Mencheta, Itziar Castro.

Para las dos últimas partes de la saga, Jaume Balagueró y Paco Plaza decidieron repartirse la dirección, siendo el primero quien dirigiera la última, y Plaza la tercera. A falta de ver REC 4: Apocalipsis, que se estrenará en 2013, debo decir que esta tercera parte es la mejor de la franquicia hasta ahora, y que a Paco Plaza le va muy bien sin Balagueró.
Resulta muy complicado ser innovador con un argumento que ya lo fue en su día y que a base de repetirse en secuelas ha dejado de serlo, pero REC 3 consigue ser original aprovechando justamente ese hándicap y aplicando la máxima "hagamos lo contrario para que sea diferente". Y esta diferencia no se encuentra en la historia ni en el desarrollo de la trama, pues como en sus predecesoras se trata de huir de zombies (o poseídos que parecen zombies) y escapar de un edificio, sino en la forma y el estilo.
Ya casi desde el principio se desmarca de las películas anteriores cuando lleva aproximadamente unos veinte minutos rodada con cámara casera al hombro y Koldo (el novio), al grito de "ni se te ocurra grabar nada" (oponiéndose a la famosa "grábalo todo, por tu puta madre"de REC) rompe la cámara. Fundido a negro, el título en la pantalla, y el espectador desconcertado. No hay mejor punto de giro que romper, literalmente, con uno de los pilares de la saga.
A partir de aquí, REC 3: Génesis deja a un lado el terror para mostrarnos una mezcla de gore y humor, tanto negro como costumbrista al más puro estilo Berlanga. A muchos les habrá molestado este cambio de género, pero a mí me parece todo un acierto, ya que, de continuar con el terror, corría el peligro de volverse repetitiva y predecible, como ya ocurrió en la segunda parte, perdiendo, por tanto, su eficacia.
Lo más importante para que una saga no caiga en una sucesión de clones es la innovación, y esto es algo que Paco Plaza ha sabido captar y aplicar, demostrando que se puede seguir siendo original manteniendo el concepto y que todavía se puede reproducir el mismo sentimiento de sorpresa y satisfacción de ver algo diferente que se produjo con el estreno de REC.

miércoles, 21 de marzo de 2012



Tonino Guerra, directo al cielo de los genios. La letra mutada en imagen convertida en arte absoluto y en tatuaje emocional.

Gracias por Amarcord, por Blow-Up, por L'Avventura, por L'Eclisse, por Nostalghia, por Ginger y Fred, por E la nave va... pero sobre todo, gracias, gracias, gracias por La Notte.





miércoles, 15 de febrero de 2012

La invisibilidad del guionista

Javier Olivares, guionista de series como Los Serrano, Los hombres de Paco o Robles, investigador, ha publicado una nota en Facebook en la que habla de una realidad que no todo el mundo conoce, y es la indiferencia e incluso el menosprecio que recibe el guionista en la industria española. Como lo que escribe es bastante interesante y acertado, la reproduzco al completo (para leerla en la dirección original, aquí):

Érase una vez dos guionistas de la misma productora que habían creado dos series. Una, de gran y merecido éxito... La otra que lucha en una franja compleja con honor y cumpliendo objetivos.
Como estas dos series eran finalistas de los premios más populares de la televisión, fueron alegres a la entrega de premios.

Primera sorpresa: la invitación era una para los dos. Pareja de hecho, vaya. Actores, directores (incluso gente de la empresa que no trabaja en dichas series: siempre hay clases)... podían llevar, muchos de ellos, un acompañante. Ellos, no.
Cuando abrieron el sobre, descubrieron que, en la invitación, venía un nombre tachado: era el de una actriz que no podía ir al acto. A su lado, a lápiz, dos nombres: los suyos. Los de estos dos guionistas que llevan cientos de capítulos a sus espaldas inventándose una serie, continuándola, creando historias y dando trabajo a actores, técnicos y directores (incluida la prima donna, director de la empresa, especializado en despreciar o apropiarse del trabajo de los demás)... Y beneficios a la productora que tan bien trata (es un ejemplo: no es la única) a quienes tienen las ideas que les dan de comer.

No sé si decidieron entrar al acto de entrega (yo no lo hubiera hecho, desde luego). Si no lo hicieron, evitaron el mal trago de ver al actor principal de "Águila Roja" recoger el premio haciendo subir a los directores de la serie al escenario. Dijo de ellos que gracias a su trabajo la serie sigue adelante cada día mejor.

La pregunta que me hice al oír esas palabras fue: ¿qué filman esos directores? ¿qué interpreta ese actor? ¿les dan folios en blanco e improvisan? ¿Dónde estaban cuando los creadores de la serie la estaban pariendo? ¿no hay guionistas que inventan historias para que ellos filmen y actúen? Cuando acabe "Águila Roja", ¿seguirán rodando e interpretando directores y actores? ¿O tendrán que esperar a que esos seres invisibles llamados guionistas inventen una nueva serie?

Pena de industria audiovisual la de este país cuando borra del mapa a quienes crean las series. Ya que la tienen como espejo, que miren la industria USA, donde los creadores son productores ejecutivos de lo que han creado. Donde cuando un actor o productor recibe un premio da las gracias primero a quienes escribieron sus películas o series.

No se nos cita en prensa ni en blogs televisivos que saben el nombre hasta del ayudante de peluquería de las series USA, pero que no saben distinguir si una serie ha cambiado de equipo de guión y luego fracasa (a los guionistas se les acabaron las ideas, dicen). No miran ni los créditos para saber quién está detrás. El esfuerzo no es mucho, desde luego.

Recientemente, el sindicato de guionistas de Catalunya (GAC) hizo una nota pública alertando de que la prensa había sido llamada a un día de rodaje de una serie (mini serie sobre las colonias de trabajadores). Allí pudieron hablar con el director, actores, productores... Con los guionistas, no. Ni se les había convocado. Y ellos habían adaptado una novela, creado una serie... ¿No tenían que contar nada a los periodistas?

Recientemente, el que esto escribe ha pasado por la desaparición en notas de prensa de su nombre como creador y director argumental de una serie. Luego, ha visto que el director de la misma (la prima donna antes reseñada) declara que es el creador de la serie. Tras la evidente queja (no era la primera: dejé esa productora y esa serie -y otra más que había inventado y está en emisión- por este tipo de cosas), el problema no era lo que había pasado: era mi queja. Mi ego. No el de los demás: el mío.

Recientemente, una serie de detectives por mí creada con mil discusiones (la productora no creía demasiado en ella, aunque ahora por supuesto está encantada) ha recibido el premio a la mejor serie del año entregado... ¡¡por la Asociación de Detectives de Catalunya!!!. La productora, amablemente, me comunicó la noticia. Me decía que felicidades "por lo que me tocaba" y que el premio se daría en un hotel de lujo barcelonés y que yo no iba, porque la Asociación que entrega el premio quiere a los actores protagonistas.

Evidentemente, respondí que me tocaba mucho: yo era (con una compañera, que tampoco irá a esa cena) el que me había inventado esa serie, peleado porque esos actores la protagonizaran, defendido el tono... Pero me debe tocar poco cuando sólo recibo un mail de felicitación... "por lo que me toca".

Antes, en esa serie que decidí que se llamara "Kubala, Moreno i Manchón" (para dar originalidad al título de una serie de detectives "especial" y en homenaje a Serrat, gracias a quien decidi estudiar catalán), el Barça al saber de la misma, llamó a la productora para invitar al palco a un partido (contra el Osasuna) a quienes trabajaban en ella. La invitación se debía a que el título de la serie citaba a grandes jugadores de la historia del Barça. La productora aceptó la invitación: fueron los actores y el director de la serie... pero no el que se había inventado el título sin el cual jamás les habrían invitado. Me enteré de rebote, al día siguiente. Soy del Atleti, pero hombre, ir al fútbol siempre me apetece. Y el Barça es mi segundo equipo. Creo que por educación y respeto hasta hubiera ido al Bernabéu si la serie se hubiera llamado "Di Stéfano, Kopa y Gento".

Hace tiempo, un compañero me comentaba que había recibido un encargo de una productora: rehacer una biblia hecha por otro. Cuando la acabó, le avisaron de que esta nueva biblia hecha por él, pasaría probablemente a otro. Y que el equipo de guionistas que la escribiera no sabían cuál sería... Probablemente, en él, no estaría ninguno de los tres que habían hecho ninguna de las biblias. Probablemente, en los créditos tampoco aparecerá ninguno.

Hace tiempo, mi hermano y yo dejamos una serie (de otra productora) porque literalmente se quedaban con nuestros derechos de autor. Yo escribí dos capítulos... ¡¡¡se olvidaron de poner mi nombre en créditos!!!

Hace tiempo, no tanto, una productora ha hecho un ERE (no comunicado a prensa, por tweeter se enteraron algunos) despachando a guionistas sin los que sus estrellas no hubieran llegado tan lejos. Las estrellas, dueñas de la productora (siempre con un discurso de izquierdas, por cierto), probablemente seguirán recibiendo encargos... ¿Saben los que los hacen que detrás de esas estrellas no están los que se las inventaron? ¿O que, si están, estarán recontratados cobrando menos mientras sus estrellas no bajarán sus sueldos?

Se dice que la ficción española no es tan buena como debería ser. Tal vez esto que cuento tenga algo que ver. Buena o mala, creo que debería saber quien la inventa. Para cargar con méritos o críticas. Para dejar de ser invisibles.No conozco un país occidental con industria audiovisual donde el papel de los guionistas quede tan en el olvido. Ninguneado. Arrasado.

Insisto: no se trata de ser más que nadie. Sino de no ser menos que nadie. No se trata de ser el visir en vez del visir. Sino que cada uno esté en su sitio. Un guionista debe saber que un guión es la única obra literaria que se escribe no para ser leída, sino para ser vista. Pero hay también que recordar que no hay nadie que pueda dirigir, interpretar, producir ni fotografiar un folio en blanco.

Para que ese folio tenga texto hay que tener una idea. Y esa idea, si te gusta la compras. Si no, no. Pero si la compras, respétala. Puede que no sea perfecta y necesite correcciones y cambios. Pero no la desvirtúes. Y no te conviertas en su autor sin serlo. No ocultes al que las creó. Porque así se genera lo que tenemos: series sin padre ni madre. Sin alma. Superfluas. Prescindibles.

Como de seguir así, seremos nosotros. Los guionistas españoles. Huérfanos, sin alma, superfluos.

Y prescindibles.

Porque a fuerza de ser invisibles, dejaremos de existir. O eso o sí: seguiremos existiendo... pero sumisos, sin orgullo, agarrados a lo que nos ofrezcan como el náufrago a un trozo de madera en el vendaval de esta crisis. Y alguien sumiso y sin orgullo... ¿puede ser un creador?

No nos engañemos: sin crisis pasaba lo mismo. Porque la crisis en esta ocasión no es sólo económica (como en tantas otras cosas en este país) sino de inteligencia y estructuras. De I+D y de inversión en ideas. De respeto. De copiar lo peor (en vez de lo mejor) de fórmulas foráneas. Y eso no es nuevo.

Nunca se me habría ocurrido citar a Unamuno como argumento de autoridad de un texto mío. Pero así las cosas, lo haré, para que nadie se luzca con nuestro cerebro a cambio de limosnas y desprecios.. Porque si la situación en nuestra ficción del papel del creador de series y de los guionistas sigue siendo ésta, es hora de decir...

...QUE INVENTEN ELLOS.

Que nosotros nos haremos productores, novelistas... e incluso taxistas o profesores... O venderemos kleenex en los semáforos. Pero lo haremos con dignidad. La que algunos nos niegan. Justo aquellos que viven de nuestras ideas.

(próximamente, más del tema en Bloguionistas)

miércoles, 8 de febrero de 2012

No me rindo

Por primera vez, a Louis se le nubló la mirada al fijarse en el contorno del cuerpo de Lisa trazado con tiza en el suelo. Fue quizá en ese preciso instante cuando comprendió que ya no iba a verla nunca más.
- Señor Stanick, tengo que redactar un informe. Incluiré en él todo lo que acaba de contarnos.
- No merece la pena, inspector. Olvídese de cuanto le he dicho.
- ¿Olvidarlo?
Louis cerró los ojos para evitar que le asomaran las lágrimas; siempre se ganaría algo de tiempo.
- Tenía usted razón, inspector. Lo más probable es que a Lisa la matase un ladrón de joyas.
- ¿...?
- Pero a los de mi profesión no nos entra en la cabeza que las personas puedan morir de forma tan tonta. Sobre todo las personas a las que hemos querido. Nos gustaría proporcionarles una muerte apasionante.
Louis se encaminó despacio hacia el cuarto de Lisa. Los otros lo siguieron, estupefactos.
- Y... ¿qué profesión tiene usted?
Tras un breve silencio, Louis se arrodilló junto a la cama.
- Soy guionista.
Metió la mano entre las sábanas revueltas y hundió el rostro en la almohada.




Saga. Tonino Benacquista

viernes, 20 de enero de 2012

Sí y No

Con esto de las leyes antipiratería, los cierres de webs, etc. la gente, con razón, se está cabreando mucho, pero también están mezclado muchos términos que llevan a culpar de todo a los autores, que lo único que piden es cobrar por la difusión de su trabajo. Lo que pasa es que esta petición (que es un derecho) ha servido de excusa para que empresas, organismos, sociedades, etc. se enriquezcan de manera injusta, lo que provoca que la gente piense que los ladrones son realmente los autores.

A mí me parece justo el cierre de Megaupload y Megavideo, a pesar de haber sido usuaria de estas páginas. Esto parece incoherente, pero voy a intentar explicarlo:

- He sido usuaria de estas webs porque la manera de consumir productos audiovisuales ha cambiado totalmente. Yo como consumidora de series y películas he contribuido y me he adaptado a esta nueva manera de consumo. Como la sociedad siempre va un paso por delante de los organismos, la única manera de usar el nuevo modelo era a través de webs como Megaupload, ya que no existía (ni, por ahora, existe) algo legal, equiparable y que de verdad beneficie a los autores (y no a los organismos) que siga el modelo (y Filmin no me sirve, en mi opinión le quedan muchas cosas que mejorar)

- Estoy de acuerdo con su cierre porque, aunque todo el mundo descargaba gratis, sus creadores se estaban enriqueciendo. Se estaban enriqueciendo con el trabajo de muchísima gente. Mientras a nosotros nos daban gratis los archivos, a los autores les robaban el dinero de su trabajo y ellos se forraban. ¿Os parece eso justo? ¿Es justo que alguien se forre a costa del trabajo de otros?

Dicho esto, también me gustaría aclarar que DERECHOS DE AUTOR NO ES IGUAL A LEY SINDE NI A LEY SOPA. Estoy muy en contra de estas dos leyes, porque estas leyes, en lugar de curar al enfermo, lo matan. Porque en vez de poner soluciones teniendo el cuenta el nuevo modelo de consumo audiovisual, pretenden volver al obsoleto y lo que es peor, con un control político de internet que es muy peligroso y amenaza la libertad de expresión.

Y la culpa de esto no es de los autores, pero lamentablemente la mayoría de los medios de recaudación de derechos están corruptos y se cierran a lo nuevo. Sería ideal una web con tarifa plana de suscripción en la que productoras colgasen sus productos para descargar, y que la recaudación fuese destinada a derechos, pero claro, los que mandan tampoco quieren hacer las cosas bien.

Espero que quede claro que los autores (o al menos la cara no visible, la mayoría, no cuatro artistas cutres que ya no saben lo que hacer para vivir del cuento y llamar la atención) no han pedido medidas tan salvajes, porque los autores también son internautas. Así que, por favor, no les culpéis por pedir un derecho. Culpad a las grandes empresas de telefonía e internet (en el caso de España), a los imperios audiovisuales, a las sociedades de autores corruptas, a los políticos... porque quieren enriquecerse a costa del consumidor y a costa del autor. Y eso es igual de injusto que lo que hacían los creadores de Megaupload. Porque ambas cosas son robar.
La frase que encontré en el mismo papel que el texto anterior era la siguiente:



Muere lentamente quien no se atreve a vivir.




Una reflexión que, a pesar de haberla escrito yo misma, no he conseguido llevar a cabo.

lunes, 9 de enero de 2012

Descripción subjetiva de una lavadora

Como aquí los días son largos y ociosos no me queda otra que continuar con la búsqueda de recuerdos físicos. Esta mañana me he topado con (iba a decir más reciente, pero he caído en que casi tiene diez años) uno de la adolescencia.
Cuando tenía 16 años, en clase nos encargaron un ejercicio: escribir la descripción técnica y subjetiva de una lavadora. Como la técnica puede encontrarse en cualquier manual de instrucciones, he optado por reproducir la descripción subjetiva que se me ocurrió, y que desde la distancia temporal me ha parecido interesante:

Es curioso cómo una simple caja blanca puede borrar restos de vivencias y recuerdos únicamente con agua, jabón y unas simples vueltas. Normalmente son recuerdos que deseamos olvidar, como un olor o una mancha de maquillaje en el cuello de una camisa, pero otras veces no ocurre así, y debemos resignarnos a mantenerlos en nuestra memoria, porque no nos queda otro remedio que llevar los restos de una noche inolvidable que han quedado en nuestra ropa a una cueva metálica con una engañosa puerta transparente. Como una enfermedad crónica que va extendiéndose, la mezcla química de agua y detergente va eliminando poco a poco pistas de momentos vividos; pero al terminar este proceso el ciclo vuelve a empezar y se nos brinda otra oportunidad para volver a llenar nuestra ropa de olores y marcas como si de un diario se tratase.


Junto al texto, apuntada como una nota al pie de página, encontré una frase suelta que me ha hecho pensar, pero eso lo dejo para la próxima entrada.