(...) No es que falten buenas historias. Es que hay que saber cómo contarlas. Y cómo montarlas. Es una pena porque en los viejos tiempos lo que importaba eran las historias. Un director era un artesano que hacía películas. Lo que contaba era más importante que su ego. Hoy, por desgracia, tenemos ordenadores.
(Ernest Borgnine)
Plus ça change…: Crinolina o miriñaque
Hace 8 años
Me da miedo... tanta electrónica en nuestra vida acabará por pasarnos factura.
ResponderEliminar